Si buscas una aventura con un toque caribeño, el área de Río Dulce y Livingston es el lugar indicado. El recorrido en bote por el cañón del Río Dulce, rodeado de paredes de piedra caliza cubiertas de vegetación exuberante, es espectacular. En la zona también puedes visitar el Castillo de San Felipe, una fortaleza colonial que protegía la región de los piratas.
Livingston, accesible solo por agua, es un pequeño pueblo garífuna donde la cultura afrocaribeña se mezcla con la guatemalteca. Aquí puedes disfrutar de playas tranquilas, probar la deliciosa comida local (como el tapado, una sopa de mariscos) y relajarte después de días de aventura.
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